Introducción de Sólidos Parte 2. Algunas opciones para empezar…
Muchas mamás se sienten un poco perdidas cuando tienen la luz verde de comenzar a dar sólidos a sus bebés, pues son tantas las opciones que una puede abrumarse. En este post les comparto algunas ideas de con cuáles comidas empezar, y recordarles que es un proceso lento, así que tómenlo… Un día a la vez.
Si le ofrecieron un alimento y no le gustó la primera vez no significa que será así por siempre. Dejemos descansar unos días y probemos nueva vez. Debemos recordar que para nuestros bebés comer es una nueva experiencia. Están aprendiendo a tragar, a manejar la cuchara en su boquita, las texturas son nuevas, los sabores, incluso las temperaturas. De modo que no nos desesperemos, y gran parte del éxito es la actitud que nosotros tengamos hacia el tema. Ellos absorben todo. Si estamos estresadas e inquietas, así mismo estará el bebé.
Recomiendo que tomemos este tema en serio, en el sentido de tener reglas, horarios, rutinas. Pero al mismo tiempo, que estemos positivas y descubriendo junto a ellos esta nueva experiencia. Es bueno hablarle, contarle lo que estamos haciendo. Dile el nombre del alimento, enséñaselo, y que lo pruebe. No tratemos de “llenar un tanque”… hagamos de la experiencia de comer algo divertido y placentero. Recomiendo leas nuestro primer post, sobre el tema de introducción de sólidos, (en este enlace) para asegurarte que tu bebé está listo para iniciar, y recuerda que tu pediatra es la persona calificada para orientarte en esto. ¡Sólo les comparto mi experiencia!
Frutas
Las frutas son una excelente opción para empezar a introducir sólidos en las dietas de nuestros bebés. Podemos ofrecerlas hechas puré o en compota, también en jugos. Lo ideal es que sean hechos en casa. Tratemos de dejar los productos “comprados” para emergencias (salidas no planificadas, para algún día que no se pueda preparar comidas…). Tenemos la dicha de vivir en un país donde hay muchas frutas frescas a precios accesibles. Claro, no podemos aventurarnos con un producto que no conocen si están fuera de la casa, sin saber si le gustará o si le caerá bien. De modo que recomiendo que compren varios ‘potecitos’, de las frutas que ya sabemos que no le hacen daño y que le gustan, y probar un día cualquiera. De este modo, estamos tranquilas que el día que tengamos que salir sin planificar o no se haya podido cocinar, sabemos qué podemos ofrecerle.
Para hacer las compotas en casa, seleccionar buenas frutas y de estación. Que estén maduras, no golpeadas. Lavar y secar antes de consumirlas.
Para los licuados de frutas frescas, podemos utilizar: lechosa, guineo, mango, melón, sandía, entre otras. Las fresas y demás bayas así como los cítricos (limón, naranja, toronja), no deben introducirseles antes de su primer año de vida.
¿Cómo prepararlos?
Lavar, pelar y limpiar bien la fruta, quitar semillas, hebras, etc. Cortar en pedacitos y licuar o machacar. Agregar agua de la que toma el bebé sólo si es necesario, para lograr la textura que queramos. Prepararlos justo antes de consumirlas, pues así mantienen todas sus propiedades y vitaminas. Al guardarlas, se oxidan y pierden sus nutrientes.
Otra excelente opción para iniciar es con compotas caseras de frutas cocidas. Al igual que con lo anterior, seleccionar frutas hermosas.
–manzanas (preferiblemente gala, fuji o las amarillas- no son ácidas, ni arenosas y son más dulces), peras, ciruelas, albaricoques, melocotones y nectarinas, guayaba, entre otras. Pelar y sacar las semillas. Cortar en cubos o en cuñas, poner en una ollita con un poquito de agua, que cubra la fruta. Dejar hervir hasta ablandar y secar el agua. Se deja enfriar y se licúa; no es necesario agregar azúcar ni ningún otro ingrediente. Al hervir, la fruta saca todas sus azúcares y sabe mucho más dulce que cruda.
Una vez la fruta está blanda y se ha secado el agua, debemos procesar en un procesador de alimentos o en una licuadora. Solo unos segundos, hasta que se vuelva puré, pero es bueno que tenga cierta consistencia, pues si se pone muy líquido es difícil dar con cuchara. Tengo el aparatito Baby Bullet y es muy bueno. Pueden verlo en (Amazon.com). Igualmente, cualquier procesador de comidas funciona, pero es bueno que tengas utensilios para el bebé, para evitar contaminación cruzada de alimentos (en otro post escribiré sobre esto).
Luego de preparado el puré y que se haya enfriado un poco, se almacena en envases para guardar comida de bebé, indicando el nombre de la fruta y fecha de preparación. Las compotas de frutas cocidas sí se pueden guardar en el refrigerador, por dos días, tres máximo. Probar antes de dársela al bebé para verificar que no esté dañada. Ir usando las más viejas primero. También se pueden congelar por una semana o más, pero no es lo más recomendable. Para dárselas al bebé, la calentamos en una ollita hasta que esté tibia. Es muy agradable para ellos y queda igual que como si estuviera acabadita de hacer. (Esto para las frutas cocidas, las crudas, debemos dárselas al momento de hacerlas, como indicamos más arriba).
Proporciones
En cuanto a las proporciones, tres manzanas medianas dan para aproximadamente 8 onzas de compota. Al igual que las peras. En el caso de las ciruelas y las nectarinas, se reducen más, pues tienen más agua, da más o menos 6 onzas. Al principio, tu bebé no comerá más de 2 onzas de compota, pero luego puede llegar a comerse las 8 onzas!
Otra manera de introducir frutas es mediante jugos naturales sin azúcar. Para lograr que la fruta saque su azúcar natural, lo mejor es hervirla en un poquito de agua. Es increíble cómo se endulzan. A esta “compota” para hacer los jugos, se les agrega más agua y así quedan más líquidas. Se pueden colar también, aunque pierden un poco de fibra.
Introducción de alimentos uno a la vez. ¿Cada qué tiempo?
Para identificar las alergias y si los alimentos que vamos introduciendo a la dieta de nuestros bebés no le hacen daño, debemos tomar cada alimento por separado. Por ejemplo, si iniciamos con manzanas, no podemos darle otra fruta u otro alimento que no haya comido. Debemos esperar la reacción de dicho primer alimento. Si transcurren 24 horas y todo sigue normal, podemos introducir otro alimento nuevo. Y así sucesivamente.
Los sólidos son alimentos complementarios hasta el año de vida. No se mortifiquen de más si su bebé no come tanta cantidad. Al empezar, las primeras semanas, con una comida sólida al día es suficiente. Por ejemplo, podemos elegir la hora del desayuno para darle una compota de fruta o un cereal, como veremos debajo. Si ya domina bien esto, es decir, si se satisface y no es necesario darle leche de inmediato, por quedarse con hambre, podemos ir dando dos veces sólidos, mañana y cena, por ejemplo (con víveres o vegetales). A las otras horas, con su leche como de costumbre. Así, gradualmente van disminuyendo la ingesta de leche, y solo las tomará en la mañanita y en las noches antes de dormir. En el día, sus tres comidas y merienda en la tarde. En mi caso, que empezamos con sólidos a los 7 meses, iniciamos con un sólido al día. Tiene 9 meses y ya come las tres comidas principales y merienda a media tarde, toma leche, en la mañana temprano y antes de dormir. Cada niño es diferente, cada uno a su paso. Recordemos que los sólidos a estas edades son un complemento a su alimentación, y la leche sigue siendo importantísima.
Cereales
Nuestro doctor nos recomendó iniciar con cereales sin gluten, primero con el de arroz solo. Se puede mezclar con leche materna o fórmula. También con purés de manzanas, peras u otra fruta que ya consuma.
Cuando ya sepamos que le va bien se pueden introducir cereales combinados, como por ejemplo, arroz y maíz, o a las frutas. (La marca Nutribén los tiene, muy buenos). Pasados los 7 u 8 meses se pueden introducir, otros cereales como avena, harina del negrito, maicena. Daremos la recetas en otro post.
El yogurt, orgánico natural, de vainilla o de alguna fruta que les guste es una excelente opción para las meriendas.
Vegetales
Al igual que con las frutas, elegir vegetales que estén en buenas condiciones llenos, sin golpes y sanos. Preferiblemente orgánicos y frescos. (No enlatados). Se puede empezar con papas, zanahorias, zuchini, auyama, brócoli, coliflor, remolacha, aguacate, guineíto, mapuey, yautía blanca. En la medida que los vayan probando, se pueden hacer combinaciones, por ejemplo: papa con zanahoria, auyama con yautía blanca, papa con brócoli etc.
Lavar y pelar (si aplica) y cortar en trocitos. Poner a hervir hasta que estén tiernos. Luego majar o licuar.
Una vez sepamos que el bebé tolera todos los vegetales, se pueden hacer combinaciones. Estaremos publicando combinaciones ricas, también con pollo, pavo y ternera para más adelante.
Traten de no agregar condimentos. Más adelante, pueden poner hojas de cilantro o perejil, un ajo para hervirlos y sacar antes de procesar. Una pizquita mínima de sal, si es necesario. Pero pospongamos esto, no es necesario.
Diario-Record
Finalmente, (siento que he escrito mucho hoy y no quiero abrumar con tanta información), recomiendo llevar un diario de tu bebé. Lo hago desde que nacen, apunto las horas en que duermen, la cantidad de leche que tomó, o el tiempo que estuvo pegado al seno, etc. Ahora que vas a introducir sólidos, es más importante aún, pues así llevas récord de lo que va comiendo, si ha tenido alguna reacción, de cómo va su digestión (cantidad de veces que evacua y el aspecto de las heces). Todo esto te ayudará a tener más control de su alimentación, a balancear más los nutrientes y a detectar cualquier situación. Ayuda mucho a darle más información a los pediatras y doctores.
Les comparto una página del diario de mi bebé, (9 meses), para que tengan una idea:
7:00 am- se despertó
7:15 am- seno
9:30 am- cereal de maíz con compota casera de manzana
10:30 am- siesta
11:30 am- evacuó
12:40 pm- compota casera de vegetales, arroz y pavo
1:15 pm- siesta
3:45 pm- 1 yogurt de vainilla
5:30 pm- siesta
7:00 pm- puré de papas
9:00 pm- 4 onzas de fórmula
9:20 pm- dormir
¡A disfrutar esta etapa! Y saca el chef que hay en tí para alimentar con mucho amor a tu bebé!