Hmmm… nada más rico que levantarse un domingo en la mañana cuando todos están en casa, no hay que salir a ningún lugar ni  hay horarios qué cumplir. Sebas se toma su leche un poco más tarde de lo usual, alrededor de las 7:00 am., a veces tenemos suerte y llega hasta las 8:00. Ay! Mis viejos tiempos de levantarme a las 11 de la mañana… cuánto los extraño! El desayuno entonces puede esperar hasta las 10:00 am o más. Perfecta ocasión para preparar unos French Toasts.

Las tostadas francesas en mi familia son diferentes a las tradicionales. Desde niña las comía en casa de Mamanita (es mi abuela, odia que le digan abuela), cuando nos quedabamos a dormir allá y en casa también mami las hacía de vez en cuando. No fue hasta adulta que descubrí que las tostadas francesas tradicionales no eran las que comíamos nosotros; y es que las nuestras son rellenas de queso, en vez de el pan solo.

Son muy ricas pues el queso le contrarresta el dulzor del resto de la preparación y además lo hace un desayuno más completo. Han habido disputas familiares de quién se las inventó. Mi tía dice que fue ella, mi prima se las atribuye pero lo importante es que las hemos podido disfrutar por generaciones y las seguiremos disfrutando, pues la verdad fueron un buen invento no importa de quien haya sido.

Tienen de todo, pan, leche, huevo, mantequilla, miel, y las nuestras queso por demás! Si en la nevera hay fresas, melocotón o alguna otra fruta (como hoy que hay fresas!) se las pueden poner por encima, es mucho más rico y se ve mucho mejor el plato.

Aquí les comparto la receta de como las comía de niña y como las sigo haciendo para mi familia. A cada quien les gustan distintas, a Sebas le encantan con sirope de chocolate, a mí con miel y a Kai solas. De cualquier forma son ricas, nutritivas y completas.

French Toasts a Nuestra Manera (para 4 personas)

Ingredientes

• 8 lonjas de pan molde (blanco o integral) o pan brioche (a los niños usualmente les pongo una sola lonja doblada, pues no se lo comen entero)
• 4 lonjas de queso gouda, cheddar o emmental
• 1 taza de leche
• 1 cucharadita de azúcar (parda o blanca)
• 1 pizca de sal
• 1 cucharadita de canela molida
• un poquito de nuez moscada recién rallada
• 1 huevo batido
• un chorrito de vainilla
• mantequilla para dorar

Preparación

En un recipiente o pyrex cuadrado (preferiblemente para que quepa mejor el pan luego) echar la leche, el huevo batido, el chorrito de vainilla, el azúcar, la canela, la nuez moscada y la pizca de sal. Mezclar todo. Ir poniendo las lonjas de pan una por una, de ambos lados, para que se impregnen bien. Tener en la estufa una sartén grande (para que quepan dos panes a la vez) a fuego medio con una cucharadita de mantequilla derritiendo. Cuando el primer pan esté mojado de ambos lados, llevar a la sartén y voltear hasta dorar bien de ambos lados. Luego poner una o dos lascas de queso y dorar el próximo pan. Cuando esté dorado de ambos lados, poner encima de la lonja con el queso y aplastar un poco, hasta que se haga como un sandwich y se derrita el queso.

En este punto si tienes que bajar el fuego, o hasta retirar la sartén del fuego, hazlo, para que no se dore demasiado el pan.

Poner en una tabla y cortar en dos, en forma de triángulo o rectangular. Cada quién que le ponga encima lo que prefiera.

Repetir la operación hasta agotar todas las rodajas de pan. Un truco para que no se enfríen los primeros es irlos poniendo en una bandeja dentro del horno apagado. No ponerlos unos encima de otros, pues sudarán. Más fácil aún, es irlos sirviendo en cada plato y que vayan comiendo! Siempre te quedarás de última, pero mejor, así te lo disfrutas tranquila!

Toppings

Para ponerles encima, puedes tener varias opciones:

• miel de abeja
• sirope de chocolate
• mermeladas
• frutas en lascas, como fresa, melocotón, ciruelas frescas, mango, etc.
• azúcar pulverizada
• o nada, para los más dietéticos!

Son las 9:00 am., ahora me voy a la cocina, escribir esto me ha dado mucha hambre! Las haré y les comparto fotos del proceso.

A buen tiempo!