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Después de mucho pensarlo y de mucho convencimiento de parte de mi esposo, aquí vamos! ¿Hacer? o ¿Tener un Blog? (ya saben lo mucho que sé de blogs, que ni se como es la cosa!) No importa! Empezamos.

Resulta que a la fecha, hace unos meses que nació nuestro segundo hijo, así que estoy en plena faena, leche por doquier, muchos pampers (¿se podrá mencionar marcas?), levantándome de madrugada aún y aunque suena complicado y abrumador (lo es), sin embargo, nada más gratificante y que llene a una más el corazón. Te pones en un plano distinto a cualquier otra circunstancia de la vida, empiezas a colocar cada cosa en su justo lugar, a dar importancia a lo que realmente la tiene, a redefinir tus prioridades.

Me acuerdo estar hablando con una amiga muy querida, antes de que ella tuviera su primer bebé, yo estando a meses de haber tenido el primero y no podía creer que yo estaba ventilando la idea de trabajar “ a medio tiempo”; “No.. tu?! Imposible!”; Hasta me miró raro y no fue hasta que ella tuvo su hijo, que me dijo, ahora entiendo lo que me hablabas. Y no es que uno se va a olvidar de su vida, a nunca más ser la buena profesional que siempre has sido, o a ser presumida, o sentirte igual que siempre, pero es cierto que ya nada tiene el mismo valor que tenía. Uno hace malabares para hacer un poco de todo, y por fuera te puedes ver igual, pero muchos aspectos que antes eran importantes, ya no lo son.

Ojo- no es que uno se tiene que sentir así-, y que si no lo haces no eres una “buena madre”, para nada! Esto es simplemente lo que he sentido y he visto que pasa con muchas. Aquí no hay recetas, ni bien ni mal, es lo que es; cada quien lo vive distinto, pero resulta que hay muchísimas cosas en que vamos a coincidir y las que no, pues es bueno verlo desde la perspectiva de otras.

Aprovecho para hacer un pequeño “disclaimer”, abogada al fin, mucho escribí sin llegar a este punto- (lo que voy a explicar ahora es la razón por la cual pensé tanto en hacer esto o no, pero al final dije, ¿por qué no?).

No me ha ido nada mal en mis experiencias de embarazo y post parto- aún no puedo decir que he triunfado como madre, están muy chiquitos (4 años el primero, y cinco meses el segundo). Lo que escribiré es sólo mi experiencia personal, la manera en que he hecho las cosas, de lo que he aprendido de muchas amigas, de lo que he podido compartir con muchas otras y de lo que cada día leo y aprendo en mi afán por criar a mis dos hijos de la mejor manera que pueda, tratando de emular la crianza que yo y mis hermanas tuvimos la dicha de tener.

Como todas, en un aprendizaje constante, pues aquí si no hay “dos más dos”- gracias a Dios, soy terrible en matemáticas! Esto es sentido común y muy sobre todo, instinto. Mágicamente uno sabe lo que le va o no le va a su hijo. Le decía a mi esposo, ¿como voy a compartir mis experiencias, sin “ser personal”? ¿ sin revelar nuestras cosas? no hay otra forma, si no, no sería real, ni auténtico,.

Así que con un poco de temor, de exponernos, me encuentro escribiendo hoy, a las 12 de la madrugada, después de haber durado bastante rato en dormir al grande (pues hoy tomó una siesta, después de meses de haber perdido el hábito de dormir en las tardes); y pensé, total, uno está “ahí fuera” como quiera, entre Facebook, Instagram, Twitter y demás, así que por lo menos nos exponemos tratando de ayudar un poco a quién tenga la condescendencia de leerme.

No es que sepa más que nadie, ni tenga trucos especiales, ni inventos ni nada de especial; es que en estos meses, ha ocurrido que muchas amigas están embarazadas, o han tenido bebés recientemente, entonces mi esposo me ve, (usualmente en whatsapp -no da el tiempo para hablar mucho por teléfono y menos para vernos personalmente con la frecuencia que quisiera- pero aleluya a la tecnología, que nos pone en contacto en un segundo-), hablando de cosas de bebés, y que bueno que hasta cierto punto he podido ayudarlas con algunos temas.

Si lo pienso mucho, paro de escribir; (de verdad, qué de especial tiene dar algunos tips, de recomendar que comprar y que no, o qué hacer en tal o cual caso)- pero en el momento, cuando uno lo necesita, tiene un nivel de importancia y evita “tropezones” que uno no necesita acabado de dar a luz o en tiempos donde ahorrar o maximizar tiempo y dinero se hacen más importantes que nunca. Uno no quiere cometer errores con los bebes, entonces cualquier consejito por más tonto que suene, es la gran cosa! Por eso acepté escribir ahora, pues si pierdo el “momentum”- no lo escribo, parecería demasiado trivial.

Debo irme a dormir, antes que el bebé llore por hambre.. debe estar a punto de.. ya lleva 4 horas dormido.

 

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